ManifiestoComo pintora me interesa pintar la forma arquetípica de la casa como una extensión de identidades e historias. Es un concepto intimista que hace referencia al desarraigo. Quiero que signifique una casa, y que en las lecturas siguientes, sumada a su contexto pictórico, signifique el bagaje emocional de quien recurre a ella como una referencia de origen. En mis pinturas, la casa se ve acompañada de formas y presencias recurrentes. La nube, apoya a la casa en su devenir simbólico: desapego, viaje, ligereza, paz, tormento. También está el nido, cómplice de una narrativa asociada a la errancia, a esa emoción que se desprende de estar fuera del espacio-origen. Utilizo una paleta casi monocroma y me encuentro a mitad de camino entre la figuración y la abstracción. Como ceramista me encuentro dialogando con las formas tradicionales del objeto utilitario. También con otras más cercanas a lo escultórico y con objetos que son la mezcla de ambos territorios. Me gusta hacer piezas para esa casa que he construido a pinceladas, llenarla de memorias domésticas con cuencos, tazas, cofres, corazones y un imaginario intimista. La cerámica me ha renovado como artista, desnudándome de expectativas, disfrutando cada vez más del proceso creativo. |